jueves, 16 de agosto de 2012

El Beso

Llegó el momento. Me apoyo en la pared y me miras a los ojos.
- Bueno, me voy.
- ¿Te vas sin que te de un abrazo?
Me sorprendió oír eso, aunque era lo que mas quería. Nos abrazamos. Estábamos los dos solos, nadie alrededor. Sentía que todo volvía a estar bien, me gustaba tenerla cerca, poder oír su respiración y no quería que se acabase nunca excepto para una cosa...para un beso. Giro un poco la cabeza y la beso en mejilla. Seguimos abrazados sin soltarnos, separamos un poco las cabezas y se rozan nuestros labios. Nos miramos y me das otro abrazo. Sé que tienes que irte, pero ¿por qué? Veo como te vas sin decir nada, pero entonces...te das la vuelta, me miras y te sonrió. Vienes hacia a mi y me besas. Es la mejor sensación que he vivido en muchísimo tiempo. Estaba nervioso, nunca un beso había significado tanto para mí. Pensaba que era el mejor beso que me habían dado nunca, pero me equivocaba. Me abrazaste de nuevo, apretamos fuerte nuestros cuerpos. Te quiero. No te lo dije, pero te quiero. Me di cuenta de que este tiempo sin ti ha sido mucho mas difícil de lo que pensaba. Nos separamos un poco y te doy un abrazo. Entonces llega. Llega el mejor beso que me han dado en mi vida. Recuerdo perfectamente como acercamos nuestras bocas, recuerdo perfectamente como antes de besarnos te veo sonreír. Recuerdo cada instante de ese momento. Nos abrazamos otra vez, no podíamos dejar de hacerlo, pero ya era tarde y te tenias que ir. Me miraste a los ojos y me dijiste "luego hablamos" a la vez que sonreías. Me quedé mirando como te ibas, entonces me salió solo "Buenas noches princesa", te diste la vuelta, estabas sonriendo y me tiraste un beso. Volviste a conseguir hacerme el chico más feliz del mundo.

Un día diferente

Volvería a estar con ella por la mañana. Habíamos quedado, aunque vendría más gente, pero tendríamos un rato para estar los dos solos. Quizá se notaría esa tensión que había, o simplemente los dos disfrutaríamos como lo haciamos antes.
Era noche de lluvia de estrellas. Ojalá pudiera estar tumbado junto a ella mirando el cielo, pero me tenía que conformar con imaginarlo. Aunque...mejor si nos lo imaginábamos juntos. Solo eran palabras, pero cada detalle contaba para hacer creer que era verdad, que estábamos el uno al lado del otro. Y llegó el momento. Llegó el momento de pedir un deseo. Ni si quiera nos molestamos en pedirnos que nos contásemos que habíamos pedido, porque a parte de que sino no se cumplirian, los dos sabiamos perfectamente cual era. ¿Por qué no lo hacíamos si los dos queríamos? Justamente por la tensión y los pensamientos al pasado cuando estábamos juntos. Ya había empezado un dia que sería raro, mejor dicho, un día diferente.
Llega el momento, la veo bajar. Preciosa como siempre. Estábamos cohibidos, ambos estábamos cortados. Poco a poco nos vamos soltando, pero todo lo que hacíamos era muy pensando, sin dejarnos llevar. Llegaron los demás y la tensión se rebajo al mínimo, hasta el punto de que desapareció. Volvíamos a ser nosotros y empezaron las tonterías. Que si te agarro la mano y te la suelto, que si te empujo y casi te caes, me haces la zancadilla, llamamos al timbre y salimos corriendo. Estábamos viviendo en nuestro mundo, aunque con gente alrededor de él. Llegó la hora de irse. Dos besos a las demás y a ti...uno. Pero no fue un beso de despedida, era un beso de "te echo de menos". Me fui contento, había vuelto a disfrutar cuando estaba contigo.
Por la tarde cada uno con sus amigos, o eso pensábamos al principio. La saludé y me volví con los míos. La veía contenta, no había cambiado nada desde por la mañana. Y después de un tiempo ella vino. Se sentó a mi lado y empezamos a hablar. Otra vez empiezan las bobadas. Que si te toco la pierna, que si me das la mano, que si te doy sin querer y un beso como recompensa, que si te muerdo la oreja...Todo volvía a ser como nunca debió de dejar de ser. La hora de irse, pero yo no quería...y ella tampoco. "Me voy por ahí hoy", "y yo". Otra vez los dos solos. Se suponía que cada uno iba para su casa. "Dónde vas, por ahí no se va a tu casa", "ya, ni a la tuya". No podíamos parar de sonreír. La noche lo cambia todo y en ese momento me apetecía abrazarte por detrás, así que lo hice. Me pongo delante y me empujas, luego me muerdes el hombro. Nunca pensé que todo podía ir tan bien. Pero tenía que llegar el momento de despedirse, no podíamos estar toda la noche dando vueltas. Entonces llegó el momento, llegó el mejor momento.

jueves, 26 de julio de 2012

Momento de muerte...y resurrección.

Momento en el que no sabes que hacer. Miras hacia arriba, luego abajo, miras a un lado y después al otro, miras al frente, ninguna vista te convence en ese momento. Es extraño. Todo parecía que iba bien, únicamente no era perfecto, pero todo estaba bien.

Llega ese instante en el que no tomas una decisión, te dejas llevar sin pensar en nada, no piensas en las consecuencias, simplemente llega...y hace que todo cambie.

Estas callado, no sabes que decir. Tus ojos empiezan a llenarse de lagrimas y los nudos aparecen en la garganta. Tienes que ser fuerte y consigues aguantar. Ya pasó y no puede hacerse nada ya, hay que reaccionar rápido porque notas que te estas muriendo, no, no quiero notar esa sensación. No quiero perder en poco tiempo lo que costó mucho ganar, pero no se trata solo de tu opinión.

Está hecho, no se puede volver al pasado, todo tiene sus consecuencias y el arrepentimiento no perdona en ciertos casos. Por tu culpa probablemente nada vuelva a ser igual. Cambia toda la vida, desaparece la felicidad. No sabes por qué, pero lo has hecho.

Oyes, solo puedes oir. No son palabras, oyes llanto a tu alrededor, palabras sueltas que te golpean cada vez más, pero tienes que aguantar, te la estas jugando en ese momento. Solo pienso en aguantar, en que todo sea mentira y sea la peor broma que te han hecho en tu vida, pero entonces ya lo escuchas. Son dos palabras que te hacen ver que todo es verdad. "Lo siento". Te hundes, pero tienes que seguir aguantando, no solo por ti, pero no puedes, tienes que hacer algo, una caricia, unas palabras, un beso, tienes que reaccionar rápido sin dejar que te coma la situación. "No pasa nada". Ya está, reaccionaste, no sabes por qué de esa manera, pero lo hiciste que era lo importante. Ahora eres fuerte, tienes que levantarte y tirar, tirar no solo de tí. Necesitas ver una sonrisa, finges la tuya, pero demasiado como para que se den cuenta de que es verdad, puedes morir por dentro, pero no dejas que lo vean.
Tiempo, pasa el tiempo y es lo que necesitas. Dejar de oír llantos y ver sonrisas. Ya habrá otros días para llorar, ese no era el momento. Todo parece que se calma, todo esta calmado. ¿Un abrazo? ¿Por qué? ¿Acaso no existía otra forma de sentiros cerca? Llega la muerte de nuevo. Todos los sentimientos empiezan a venir y esta vez no, esta vez no los puedes controlar. Es demasiado para un corazón débil que era en lo que se había convertido. El contacto de nuevo, los recuerdos vuelven sin darte cuenta y piensas que en un futuro ninguna de esas situaciones volverá. Es duro, mucho, pero no se puede cambiar. Debes levantarte de nuevo, lo sabes, pero no quieres irte de su lado, quieres que dure para siempre y no volver nunca al mundo real, pero siempre se vuelve al mundo real. Respiras y estás de pie, has vuelto a superar la muerte de nuevo. Va a ser duro si, pero tu eres más fuerte. Dejas atrás los recuerdos y el futuro es demasiado lejano, vives en ese momento y la reacción es importante. Das un paso al frente y piensas: Me ha costado, pero sigo vivo.

"Si te llega la muerte en algún momento, reacciona y resucita al instante. Después será mucho mas duro."

sábado, 7 de julio de 2012

Ilusión de niño


¿Y si nunca perdiésemos esa ilusión que tenemos cuando somos niños?
Estoy seguro de que conseguiríamos un mundo mejor. Donde los miedos tan solo son los monstruos imaginarios. Donde hablar solo no es de locos. Donde no existe la opinión de los demás. Donde creer en la magia es algo natural. Donde decir tonterías no te hace ser tonto. Donde las mentiras nunca llevan maldad. Donde imaginación crea un mundo real. Donde llorar no está mal visto. Donde decir lo que se piensa es una obligación. Donde los enfados duran media hora. Donde las peleas terminan dándose la mano y jugando juntos. Donde la maldad no existe. Donde una simple cosa te hace feliz durante todo el día. Donde hacerse mayor no es una opción. Donde la ilusión nunca se pierde pese a lo que digan los demás. Donde cada uno es uno mismo.

¿De verdad creéis que ese no sería un mundo mejor?

"Vive con ilusión, con la ilusión de niño"

lunes, 18 de junio de 2012

Un mundo al revés

¿Y por qué no pensar en un mundo al revés? Un mundo al revés donde las balas fueran besos, donde los besos nunca se acaben, donde el final sea el principio de lo anterior, donde lo anterior sea futuro, donde el futuro se viva sin sueños, donde los sueños se hagan realidad, donde la realidad sean las ilusiones y donde las ilusiones dejen de serlo. Un mundo donde los amigos nunca se vuelven conocidos, donde los conocidos demuestran confianza, donde la confianza nunca se pierde, donde lo perdido siempre se encuentra, donde lo encontrado es felicidad, donde la felicidad sean personas. Un mundo al revés donde las personas nunca mienten, donde las mentiras no son habituales, donde lo habitual son las sorpresas, donde las sorpresas provocan llantos, donde los llantos son de orgullo, donde el orgullo es beneficioso, donde el beneficio es de todos, donde todos valen lo mismo que nadie, donde nadie pasa hambre, donde el hambre es dinero y el dinero son sonrisas. Un mundo donde las sonrisas son obligadas, donde la obligación sea la mayor libertad, donde la libertad exista, donde la existencia no crea conflictos, donde los conflictos genera amigos.
Un mundo donde tu soy yo, donde yo somos nosotros, donde nosotros es amor, donde el amor siempre es verdadero, donde lo verdadero es un adulto, donde el adulto nunca pierda la ilusión de niño, donde el niño nunca crezca, donde crecer sea una opción, donde las opciones las elige cada uno, donde cada persona sea feliz, donde ser feliz solo dependa de la forma en que imaginas un mundo al revés.

"Quizá todo dependa de como veamos el mundo"